HISTORIA DE CARLOS PAZ

                                                                                        ACTUALIZADO 6/09/2021

 

HISTORIA

 

El lugar donde hoy se levanta la pujante ciudad turística que es Villa Carlos Paz, tuvo como primeros habitantes a la raza nativa conocida como "los Comechingones", quienes dejaron sus huellas a orillas de ríos y arroyos. El nombre "Comechingón" fue es la denominación vulgar a las etnias Henia y Kamiaré subdivididos aproximadamente en una decena de parcialidades y parece ser la deformación de la palabra "kamichingan", expresión peyorativa de los sanavirones para referirse a estas etnias que parece haber significado "vizcacha" o "habitantes de las cuevas", esto debido al tipo de vivienda semisubterránea.

En el año 1573 llegó el conquistador español, quien dispuso la división de tierras y con ello también el reparto de indios. Jerónimo Luis de Cabrera buscaba dos objetivos. Uno de ellos era disponer de una salida a "La Mar del Nord", es decir al Océano Atlántico, ya que creyó que la Laguna de Mar Chiquita era una bahía de este océano y el segundo de los objetivos era la fabulosa Ciudad de Los Césares (ciudad mística que, según la leyenda, fue fundada por españoles e incas que estaba llena de riquezas, principalmente oro y plata) , por esto desobedeció las órdenes del virrey del Perú y fundó la ciudad de Córdoba al sur de la jurisdicción que se le asignara. Dicha desobediencia motivó que Cabrera fuera decapitado en la ciudad de Lima en 1574 Los cambios producidos generaron sin duda una campaña multiétnica que paulatinamente fue sufriendo un proceso de mestizaje con el aumento vegetativo de la población. Luego de la llegada del fundador, las tierras de los alrededores de la nueva ciudad Córdoba de la Nueva Andalucía, fueron repartidas entre aquellos valientes que acompañaron a Cabrera en sus expediciones en forma de merced por los trabajos realizados y el territorio que actualmente pertenece a Carlos Paz no fue la excepción. Esta zona era conocida por los comechingones como "Quisquisacate" que significa "Unión de Ríos" dentro del Valle de Punilla. Juan de Mitre recibe estos terrenos en encomienda y aquel paraje surcado por sierras, mansos arroyos y ríos caudalosos va a ir transformándose con el paso de los distintos propietarios hasta conformar la estancia Santa Leocadia, lugar que vio crecer a su hija, Tránsito de Cabanillas, la Beata. La Estancia llega a manos de Don Rudecindo Manuel Paz, nacido el 31 de Enero de 1830, hijo natural de Dolores Juárez Gigena y del General José María Paz, aquel que librara la Batalla de San Roque contra las tropas del Brigadier Bustos, una lucha entre unitarios y federales, librada en lo que hoy es el lecho del lago. Rudecindo Paz compra en un remate público parte de la Estancia Santa Leocadia, que tuvo un gran protagonismo a partir de 1880, cuando se decide la construcción del Dique San Roque y gran parte de sus tierras son expropiadas por la provincia. En el año 1890 se construyó el Dique San Roque, que en su momento fuera el más grande del mundo, cuya función fue la de abastecer de agua potable y para riego a la ciudad de Córdoba, capital de la provincia. El embalse producido inundó un amplio y verde valle quedando formado un magnífico lago que cubrió el casco de la estancia Santa Leocadia, cuya existencia marcaría para siempre el destino de Villa Carlos Paz. Don Rudecindo Paz, decidió trasladarse sobre el faldeo de la sierra, lejos de las aguas del embalse.

En el año 1906 los Padres Jesuitas toman posesión de la estancia La Quinta, donada por la señora Eugenia Gastañaga a la Compañía de Jesús. El Padre Juan Cherta le da el nombra de Quinta del Niño Dios, que es el nombre que quedó hasta la actualidad. Con el correr del tiempo, Carlos Nicandro, uno de los hijos de Don Rudecindo, accedió a la propiedad de vastas extensiones de campos (unas 5.600 has.) e inició la explotación ganadera y del bosque serrano. Carlos Nicandro, poseía un claro sentido urbanizador. Heredaría las posesiones que quedaban de la estancia, una vez formado el lago San Roque y reconstruiría la nueva casa sobre la Ruta 20, que unía a Córdoba con Tanti y Cosquín. Quizás la creación de la escuela en 1907, para sus catorce hijos, obtenidos de su casamiento con Margarita Avanzzatto, o la creación de una canal de riego desde el barrio El Canal hasta la Costa del Lago (actual calle Gobernador Álvarez) que permitía el riego de los numerosos sembradíos del valle, o también, la decisión política de realizar el camino a Las Altas Cumbres, que uniría Córdoba con Traslasierra y las provincias de Cuyo, tal vez todo esto junto o solamente su decisión de conformar una Villa turística al alquilar viviendas a sus amigos y conocidos, expliquen la transformación de la estancia. La apertura de un nuevo camino, el de las Altas Cumbres de las Sierras de Córdoba, comenzó a generar un importante movimiento de personas. Fue entonces cuando Carlos Paz decidió abrir en 1915 un pequeño albergue, que sería el primer hotel del lugar. Si bien no hubo un acta que testimoniara la fundación, se adopta la fecha del 16 de Julio de 1913, que es la que consta en un plano del pueblo trazado por el propietario de las tierras. El movimiento turístico, además del pequeño hotel de cuatro habitaciones, se manifestaba a través del alquiler de propiedades de los amigos del fundador en época de verano. En el pequeño caserío de entonces se destaca su “Establecimiento Las Margaritas” (actual calle General Paz y Lisandro de la Torre). Ya estaba inaugurado el Dique San Roque y en ese sector sur de la estancia había dos puentes construidos en 1889; el puente viejo o Central – hoy Ezio Armando Carena- y el Puente Negro en Villa del Lago. El antiguo paraje “San Roque”, o “Los Puentes” se conforma como “Pueblo de Carlos Paz“. En el año 1921 el Dr. Enrique Zárate le compra a José Ramón Moyano una fracción de terreno de 2500 Ha, restos de la antigua Estancia San Roque, que posteriormente sería Villa del Lago. Aquí construye su casa señorial, un verdadero castillo en el año 1922, según planos del arquitecto Alejandro Virasoro, ejecutada la obra por el constructor Don Bautista Gasparini. Inicia así el primer emprendimiento urbanístico que llama Villa del Lago, construyendo sobre grandes espacios 10 magníficas residencias que aún sorprenden en nuestros días. Hacia el año 1922 nace el Correo. Don Jesús López, a caballo, traía desde la Estación Ferroviaria del Dique, la correspondencia para que las hijas de Don Carlos Paz las clasifiquen antes de repartirlas, y un año después se inauguraría el Hotel Carlos Paz de los hermanos Carena. Se comienza la construcción, terminada en 1934, del segundo emprendimiento hotelero, el Hotel “Yolanda”, en Av. San Martín y 9 de Julio, llegando sus fondos al río San Antonio ya que no existía la costanera. Contaba con 60 habitaciones y hasta un pequeño zoológico. Durante su esplendor fue propiedad de la familia Bezzechi y luego de la familia Moral, cuando se demolió en la década del 60. En el mismo año se inaugura la monumental Cruz de 12 m de altura, construida en hormigón armado y los materiales fueron elevados a la cima de la sierra a lomo de mula. Bernardo D`Elía, vecino de la localidad, fue quien con su afán posibilitó la finalización de la obra. El turismo, gracias al auge del automóvil, comienza a crecer en cantidad de visitantes y los hoteles aumentan en número y calidad, iniciándose un proceso que ya no se detendría. La prueba de este crecimiento se hizo palpable en 1955 cuando queda inaugurada la Aerosilla, un telesilla que lleva hasta la cumbre de unos de los cerros que limita la ciudad. Tres años después, el 25 de mayo de 1958 se construye el reloj Cucú más grande del mundo, con el apoyo técnico de europeos llegados para radicarse en la Villa. Al aumentar el caudal de turistas, las empresas y pequeños capitales acuden masivamente a cubrir los servicios y así llegamos a nuestros días en que Villa Carlos Paz se muestra como una de las tres ciudades turísticas más importantes de la República Argentina. El magnífico clima con las cuatro estaciones bien definidas, las bellezas naturales y la infraestructura aportada por el hombre, convierten a este lugar en un punto de concentración turística digno de ser disfrutado todo el año. Fuera de la época veraniega, llegan a la ciudad contingentes estudiantiles, de la tercera edad y el turismo propio de los congresos y convenciones, que encuentran un excelente espacio a orillas del lago y todos los servicios que brindan la hotelería y la gastronomía. Complejos de entretenimiento para todas las edades y un frenético ritmo nocturno con Casino y centros bailables coronan la oferta turística de Villa Carlos Paz. En la actualidad la ciudad cuenta con más de 80.000 habitantes y es una de las de mayor índice de edificación anual, lo que hace que se vuelva siempre cambiante y novedosa para aquellos que no la visitan asiduamente.

 

 

LOS PRIMEROS POBLADORES

 

 

Dueños verdaderos de las tierras, que de ella se alimentaban y a ella le agradecían, aquellos que la recorrieron y conocieron cada rincón de estos territorios, aquellos primeros pobladores de la zona fueron los Comechingones. La expresión "Comechingón" se piensa que deriva de la palabra "kamichingan", expresión peyorativa que le coloca el sanavirón cuando llegaba, hacia el siglo XV, invadiendo sus tierras ancestrales. Esta designación alude a dos etnias originarias de la provincia de Córdoba: los Henia hacia el norte, y los Kamiare hacia el sur. Dos rasgos de los comechingones que más han llamado la atención son su aspecto caucasoide (los varones eran barbudos ya en la pubertad), sus tallas relativamente elevadas para su época (aproximadamente 1,71 m en los varones), y la existencia de una gran frecuencia de individuos de ojos verdosos. Los ojos claros eran llamados soto, esta singularidad más el hecho de ser barbados y las pictografías como las de Cerro Colorado en donde se observan grafismos que en su forma recuerdan a las runas y se reproducen individuos montados sobre caballos y con algo que parecieran ser yelmos hizo que varios antropólogos del s XX creyeran en un origen (o al menos un fuerte influjo) vikingo en la etnogénesis de los hênia kamiâre. Y así como el caso anterior en la etnogénesis de este pueblo influyeron muchos otros linajes que se explica por la ubicación geográfica de su territorio: encrucijada de las diversas corrientes poblacionales prehistóricas de la República Argentina. Quizás los hênia-kamiare remonten sus orígenes a poblaciones de la cultura Ayampitín milenaria (al menos existente desde el 6000 a. C.) cultura arqueológica que ha dejado rastros hasta en Tarija, pero, por el momento (diciembre de 2006) no existen datos que permitan decir con certeza plena que la cultura Ayampitín (nombre de un sitio del noroeste cordobés) sea correspondiente de un modo absoluto a un "momento formativo" de la etnia de los hênia y kamiare o "comechingones". Casi con certeza la llamada cultura de Ongamira que comprendía Ongamira, Quebrada de Luna (los Terrones); cerro Minas, cerro Colchiquín surgida hacia el 4600 a. C. es precedente directo de la cultura comechingón, aunque recién se puede hablar de una cultura comechingón en el período que va del 500 al 1600 d.C diluyéndose esta cultura con la criolla-española tras el s XVI (uno de los últimos asentamientos con una cultura "comechingona" típica se ubicó en la localidad de Nono hasta el 1750, tras 1600 corresponde hablar de una cultura "comechingón"-española).

En cuanto a la última comunidad hênia kamiâre de linajes reconocidos fue la de Tulián o Tolian reconocida por los primeros gobiernos patrios argentinos y existente hasta mediados del s XIX en la zona de San Marcos Sierra luego tal comunidad se mezcló totalmente con gente de origen europeo. La cultura comechingona era bastante evolucionada y poseía algunos influjos de procedencia andina, practicando la industria textil con lanas de auquénidos (camélidos de Sudamérica), cestería, metalurgia y cerámica o coroplastia (trabajos en barro como relieves o jarrones) medianamente elaborada. Eran nómades, cazadores-recolectores. Durante las épocas invernales se trasladaban a las zonas altas de las montañas en busca de presas para la caza, y durante las épocas estivales bajaban hacia los valles para aprovechar la abundancia de frutos y vegetales en especial de bayas de algarrobo criollo y otros frutos: molle, piquillín, chañar y "coco" -de la palmera caranday-. Eran también poseedores de una incipiente ganadería y avicultura al poseer grandes rebaños de llamas y criar gallináceas como las pavas de monte. No llegaron a ser agricultores desarrollados ya que el proceso de aprendizaje se vio interrumpido por la llegada del colonizador. Se considera que los comechingones tenían una sistema de creencias e incluso una religión relacionada con los astros, se realizaban ceremonias adorando los astros, los equinoccios y los solsticios, ceremonias de luna llena que parece haber sido (como en muchas otras culturas) considerada una deidad de la fertilidad. Un rasgo llamativo es de sus viviendas: casas de piedra, colectivas y semisubterráneas para soportar mejor los fríos (hasta las caídas de nieve) del invierno meridional, mediante un mínimo bracero lograban calentar aquel ambiente; y con este tipo de construcción de viviendas durante el verano lograban refugiarse del calor característico de la zona. Poco se sabe de sus cultos, las crónicas relatan que "adoraban" particularmente a la luna y que quizás por este motivo es que preferían combatir de noche, lo evidente es que poseían varios centros cultuales o santuarios en los cuales se congregaban, de tales centros cultuales los actualmente conocidos son sitios caracterizados de la geografía: cerros elevados, manantiales de aguas limpias, grutas y "quebradas" en las cuales se apreciaban de un modo especial los astros. Entre sus cerámicas llaman la atención las "toscas" estatuillas que representan a mujeres y varones, tales estatuillas tienen un aspecto muy estilizado, sin embargo se descubre su "sexo" al estar destacadas otra característica de muchas de las estatuillas: el resaltado de los glúteos, ha dado lugar a un equívoco: el suponer que la esteatopigia era común entre los henia-kamiare, sin embargo la existencia de esteatopigia ha sido infrecuente o rara en esta población; la explicación es otra, del ámbito simbólico: el resaltado en la representación de genitales y nalgas en las estatuillas muyprobablemente se ha debido a una práctica de "magia simpática" relacionada a los cultos de fertilidad.

 

 

LLEGADA DEL ESPAÑOL A CORDOBA

 

 

La llegada de los conquistadores españoles (siglo XVI), la región serrana de esta provincia estaba habitada por los comechingones. Diego de Rojas en 1543 fue el primer español que exploró el área de las sierras de Córdoba. Partió de Cuzco con un contingente de 300 hombres, con la misión de descubrir una provincia entre Chile y el Río de la Plata, enfrentando una feroz resistencia de los comechingones en su camino. Rojas murió por el ataque de una flecha, y la expedición regresó, ya diezmada, bajo el mando de Francisco de Mendoza. Desde la creación del Virreinato del Perú, la región del Tucumán quedó integrada en él, incluyendo a la actual Córdoba. La Provincia del Tucumán, Juríes y Diaguitas fue creada en 1564, siendo su primer gobernador Francisco de Aguirre con sede en Santiago del Estero. Con la creación de la Gobernación del Tucumán en 1566 y del Obispado del Tucumán en 1570, esta región empezó a cobrar importancia. El 6 de julio de 1573 Jerónimo Luis de Cabrera fundó la ciudad de Córdoba de La Nueva Andalucía, a orillas del río Suquía llamado por los conquistadores río Primero, en un sitio llamado Quisquisacate por los indígenas sanavirones que estaban invadiendo territorios comechingones (en la lengua sanavirona el nombre del lugar significaba "Encuentro de los ríos"). El nombre dado por Cabrera a la ciudad es un homenaje a su mujer, Doña Luisa Martel de los Ríos, cuya familia provenía de la provincia de Córdoba en la comunidad de Andalucía, España. Cabrera buscaba dos objetivos. Uno de ellos era disponer de una salida a "La Mar del Nord", es decir al Océano Atlántico, ya que creyó que la Laguna de Mar Chiquita era una bahía de este océano; y también intentó fundar una ciudad a orillas del río Paraná. El segundo de los objetivos era la fabulosa Ciudad de Los Césares, por esto desobedeció las órdenes del virrey del Perú y fundó la ciudad de Córdoba al sur de la jurisdicción que se le asignara. Dicha desobediencia motivó que Cabrera fuera decapitado en la ciudad de Lima, en Perú el 17 de agosto de 1574. Si hasta 1620 Córdoba había sido solo una plaza de venta de esclavos, luego del descenso de la población indígena, los esclavos tomaron su lugar en la producción. Los cambios producidos generaron sin duda una campaña multiétnica que paulatinamente fue sufriendo un proceso de mestizaje con el aumento vegetativo de la población.

En 1622 se creó la Aduana Seca de Córdoba con la intención de impedir el contrabando de la plata y oro obtenido del Noroeste y del Alto Perú, así como de regiones serranas (por ejemplo de las minas de oro de La Carolina en San Luis), y exportados ilegalmente por el puerto de Buenos Aires. En 1776, dado que formaba parte de la Gobernación del Tucumán, pasó a integrar el recién creado Virreinato del Río de la Plata. Al subdividirse administrativamente el Virreinato del Río de la Plata, la actual provincia de Córdoba quedó ubicada dentro de la Gobernación Intendencia de San Miguel de Tucumán. Su primer gobernador intendente fue el marqués Rafael de Sobremonte, quien más adelante sería virrey del virreinato del Río de la Plata. El 19 de marzo de 1798 quedó instalado el Cabildo. El desarrollo de la provincia en estos tiempos se vio favorecido por los franciscanos y los jesuitas, que buscaban evangelizar a los nativos del lugar. Construyeron estancias, templos, edificios, y desarrollaron un sistema cultural, religioso, educativo y político. En 1613 fundaron la primera universidad de Argentina. El Camino de las Estancias Jesuíticas y la Manzana Jesuítica fueron de una importancia tal que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.

 

 

BATALLA DE SAN ROQUE

 

 

La Batalla de San Roque fue un combate durante las guerras civiles argentinas librado entre el gobernador Juan Bautista Bustos y el general de la independencia José María Paz en las márgenes del río Primero en 1829. Como resultado de la victoria de Paz, éste asumió el gobierno de la provincia de Córdoba. Entre los años 1828 y 1862, en intentos enfrentados por organizar definitivamente al país, las fuerzas políticas más importantes se alinearon en dos grandes corrientes: Unitarios y Federales. Unos, pretendían organizar un gobierno central que ejerciera el control de Buenos Aires por sobre el resto del país. Los otros, buscaban defender los intereses del interior y obtener una cierta autonomía por parte de las provincias, basándose, fundamentalmente, en la diferente índole, intereses y necesidades de los habitantes del interior, y teniendo en cuenta las grandes distancias y la casi inexistencia de comunicaciones entre Buenos Aires y las principales ciudades. En la ciudad-puerto de Buenos Aires, las miradas estaban orientadas hacia intereses fundamentalmente de origen mercantilista, radicados en Europa. En el interior se vivía la realidad de cada ciudad o pueblo, muchas veces más cercana a intereses económicos y de desarrollo locales, con soluciones menos onerosas en lo político y económico que las que pretendía Buenos Aires. El general Bustos había gobernado la provincia de Córdoba desde 1820. Paz reunió las tropas del interior del país que habían hecho la guerra y el 3 de abril de 1829 se dirigió hacia el norte, con la excusa de devolver los hombres a sus provincias. Pero, a medida que avanzaba hacia la capital provincial, exigía la renuncia de Bustos, cuyo segundo mandato ya había vencido, para elegir un nuevo gobernador (la constitución provincial prohibía un tercer mandato). A nadie escapaba que el candidato de Paz era él mismo. Paz entró en la ciudad de Córdoba con su poderosa división, pero Bustos no se quedó a esperarlo: se refugió en la estancia de San Roque, a la entrada de las sierras y a poca distancia de la ciudad capital. Negoció con Paz un acuerdo por el cual el nuevo gobernador no podía ser ninguno de los dos. Pero, por razones formales, Paz rompió las relaciones y acusó a Bustos de estar esperando refuerzos. Lo cual era cierto, ya que Bustos había llamado en su ayuda a Juan Facundo Quiroga, caudillo y comandante de armas de la provincia de La Rioja. Antes de que Bustos pudiera recibir refuerzos, Paz avanzó hacia San Roque. Bustos hizo un último esfuerzo, enviando a su yerno Arredondo a negociar la paz. Poco después, Paz atacó sin responder. Bustos no tenía mucha experiencia en batallas, y las que había ganado las había logrado en posiciones defensivas. Por eso se limitó a esperar a los unitarios inmóvil, protegiendo sus posiciones con artillería. Paz no pudo hacer valer sus dotes de estratega: simplemente dividió sus fuerzas y le encargó a cada jefe que atropellaran lo que tenían delante. La orden fue cumplida en cada uno de los grupos. Bustos debió abandonar la región, refugiándose entre las tropas de Quiroga, pero abandonando su provincia. Sólo un mes más tarde, Bustos y Quiroga buscaron la revancha: invadieron la provincia, ocuparon la mayor parte de la sierra y luego la capital de la provincia. Y enfrentaron a Paz en la batalla de La Tablada. Pero, en definitiva, la victoria volvió a ser para Paz. La provincia de Córdoba quedó entonces bajo el mando de Paz y de los unitarios, unidos a los federales que se habían distanciado de Bustos y a los jóvenes abogados y comerciantes. Por el momento no pudo hacer mucho más que forjar una alianza tácita con los gobiernos unitarios de Tucumán y Salta, pero después de las siguientes batallas pudo formalizar la Liga del Interior.

La batalla de San Roque fue la primera de las cuatro que mandó en jefe el general Paz. Ganó las cuatro por amplio margen, destacándose como el mejor general argentino de su tiempo.

 

 

VIDA DE CARLOS NICANDRO PAZ

 

 

Carlos Nicandro Paz nació el 4 de noviembre de 1855. Fue el cuarto hijo de Don Rudecindo Paz (hijo del General José María Paz y Dolores Juárez Gigena) y Doña Clementina Pruneda. Oriundo de Córdoba donde vivió hasta los 16 años aproximadamente, momento en que se trasladó al Valle de San Roque para ayudar a Rudecindo, su padre, a poner en marcha todos los proyectos que éste había ideado y empezaba a concretar. Estudiaba Ingeniería en la Universidad Nacional de Córdoba.

En el año 1888, a los 22 años, Carlos se radica definitivamente en la estancia Santa Locadia, ubicada en el valle que actualmente cubren las aguas del Lago San Roque, y logró dominar por completo la ciencia de la tierra, por lo cual era quien dirigía todas las actividades.

En 1892 con la construcción del dique finalizada y una impresionante crecida de los ríos San Antonio, Cosquín, Las Mojarras y Cabalango, la familia paz debe trasladarse a una estancia conocida por entonces como " La Cuesta".

Con el fallecimiento de su padre en 1901 queda como único heredero de las tierras

En 1904, Carlos Nicandro comenzó el canal de riego que convertiría al lugar en un terreno fértil para el pastoreo y la hacienda. Así el muro que le daba nacimiento al canal hasta el centro del río dejando pasar la mitad del caudal del agua de su curso normal. En dicho proyecto se presentaron muchas dificultades para realizar la construcción del muro, entre otras desviar el río y resolver problemas de fundación. Finalmente el 22 de noviembre de 1906 la obra es inaugurada.

El fin de Don Paz era dar mayor impulso a su explotación ganadera, para ello anexo al terreno un total de 1690 hectáreas. Cuando Carlos comenzó a pensar en la educación de sus hijos contrata una maestra particular en 1908 y luego dona terreno para la construcción de la futura escuela Carlos N. Paz la cual se funda antes que el pueblo. Paz imaginó la proyección de un futuro pueblo en sus tierras que se llamarían Pueblo San Carlos o Pueblo Carlos Paz.

Esta construcción era de 1893 y desde allí Don Carlos proyectó todas las obras que conformarían una Villa, construyendo casas para la peonada en la otra banda, el primer local para la escuela 1911, la capilla del Carmen en 1914, las primeras casas para turistas de Córdoba en 1915 y los servicios de luz, correo y teléfono entre 1919 y 1923. Ya había realizado una importante plantación de árboles en las 3 calles principales de la zona desde 1910. A pesar de que se cree que Carlos Paz tuvo la intensión de darle nacimiento a un nuevo poblado, cabe destacar que no fue así.

El realizó la donación de la capilla al arzobispado en 1915 y por ello es que debe cuadricular la zona de su estancia de 5500 ha. Y darle una ubicación catastral para poder ser donada. Posterior a ellos le regaló algunos lotes a familiares pero no realizó la venta de los mismos ya que esto dificultaría el desarrollo de la actividad ganadera y agrícola que conformaban el sustento de vida de su familia. Fue testigo de cómo, todo aquello que el había visto nacer con el esfuerzo y trabajo de su padre, quedaba bajo aquel gran espejo de agua que se formaba con la construcción del primer dique.

En 1904, Carlos Nicandro comenzó el canal de riego que convertiría al lugar en un terreno fértil para el pastoreo y la hacienda. Dos personas fueron determinantes para que Carlos Nicandro Paz consiguiera concretar los sueños de Rudecindo: «Una fue obviamente su padre y otra Margarita Avanzato, su esposa. Un verdadero puntal, no solo porque fue la responsable de la crianza de sus 14 hijos, sino también por ayudarlo a llevar adelante una empresa como la que habían montado: el establecimiento Las Margaritas, ya que era muy avezada en los negocios y relaciones sociales. Trabajaron mucho porque sabían que el lugar se convertiría en el enclave de las Sierras de Córdoba y sería el ingreso al Valle de Punilla.

 

 

AMPLIACIÓN DEL EJIDO DE VILLA CARLOS PAZ

 

 

La Legislatura de la Provincia de Córdoba aprobó el nuevo ejido para la ciudad Villa Carlos Paz.

El proyecto, que fue trabajado conjuntamente entre el Gobierno de la Ciudad, el Concejo de Representantes, la Secretaría de Asuntos Municipales  del Gobierno de la Provincia y luego tratado en el Poder Legislativo provincial, triplica el territorio que ahora será de  8.600 hectáreas.